¡Dios nunca se equivoca!

Un rey que no creía en la bondad de DIOS. Había un sirviente que en todas las situaciones le dijo: ¡Mi rey, no te desanimes porque todo lo que Dios hace es perfecto, no comete errores!
Un día salieron a cazar y una bestia atacó al rey. Su sirviente logró matar al animal, pero no pudo evitar que su majestad perdiera un dedo.
Furioso y sin mostrar gratitud por ser salvo, el noble dijo: ¿Dios es bueno? Si fuera bueno, no habría sido atacado y habría perdido el dedo.
El sirviente solo respondió: Mi Rey, a pesar de todas estas cosas, solo puedo decirte que Dios es bueno; y él sabe la razón de todas las cosas.
Lo que Dios hace es perfecto. ¡Nunca falla! Indignado por la respuesta, el rey ordenó que arrestaran a su criado. Más tarde, realizó otra cacería y fue capturado por salvajes que hicieron sacrificios humanos.
Ya en el altar, listos para sacrificar al noble, los salvajes se dieron cuenta de que la víctima no tenía un dedo y lo soltaron: no era perfecto para ser ofrecido a los dioses.
Cuando regresó al palacio, envió a liberar a su criado y lo recibió con mucho cariño. Querida, Dios fue muy bueno conmigo. ¡Escapé de ser sacrificado por los salvajes, precisamente porque no tenía un dedo! Pero tengo una pregunta: si Dios es tan bueno, ¿por qué te permitió arrestarlo a ti, que tanto lo defiendes?
Mi rey, si te hubiera acompañado en esta cacería, me habrían sacrificado en tu lugar, porque no tengo dedo. Así que recuerda: todo lo que Dios hace es perfecto.
¡Nunca falla! A menudo nos quejamos de la vida y de las cosas aparentemente malas que nos pasan, olvidando que nada es casual y que todo tiene un propósito. Cada mañana ofrece tu día a Dios.
Pídale a Dios que inspire sus pensamientos, guíe sus acciones, apacigüe sus sentimientos. Y no temas nada, porque DIOS NUNCA ESTÁ MAL.
¿Sabes por qué recibiste este mensaje? No lo sé, pero Dios lo sabe, porque nunca comete errores ...
El camino de Dios es perfecto y su palabra sin impureza. Él es el camino de todos los que confían en él, como dice en 2da Samuel - 22-31.